En cada instante, la vida nos plantea con cada experiencia, cada conflicto, un desafío, un reto, un llamado de atención para darnos cuenta qué nos afecta, que nos genera resistencia o qué no podemos aceptar y cuál es nuestra necesidad y nuestro sentir, para poder descubrir cuál es la motivación real, las memorias y creencias asociadas. Lo que podemos ver o identificar lo podemos sanar.
El arte de acceder a las memorias emocionales que generan cada síntoma, cada problema o resultado en nuestra vida, el auto-descubrirmos y auto-conocernos en ésta investigación en nuestra mente inconsciente, a partir de nuestra historia de vida y de nuestros ancestros se llama Biodescodificación.
Cada síntoma es una respuesta de adaptación a lo que sucede en nuestra vida. Cada órgano, cumple una función, para responder en cada instante a nuestras necesidades de mantener, generar o defender la vida y para responder a los cambios, para adaptarnos a los desafíos que la vida nos muestra constantemente.
Dependiendo de cómo vivimos cada cosa que nos sucede, del significado o interpretación que le damos a un evento, lo que nos sobrepasa que no podemos resolver en el exterior, el cuerpo genera una respuesta biológica que puede generar un síntoma o enfermedad, proporcional a la intensidad en que nos afecta y que se somatiza en un órgano determinado.
¿Para qué es útil que nuestro cuerpo “haga” por ejemplo una gripa, una infección, retención de líquidos, una alergia o un cáncer?
De acuerdo a las memorias, creencias y valores de cómo hemos vivido, lo que nos afecta, cada uno tenemos una forma biológica de recibir los estímulos, o las impresiones de lo que vivimos, por ejemplo si para alguien el valor del contacto con los otros es importante, puede somatizar en piel, si para alguien cada cosa que recibe o espera en la vida la vive de manera digestiva, si puede digerir, asimilar o aceptar o no lo que le pasa, puede somatizar a nivel digestivo. Una gastritis por ejemplo puede corresponder a la incapacidad de digerir o aceptar algo que nos imponen.
Podemos sanar tomando consciencia del origen de cada síntoma, del para qué generamos cada respuesta en nuestro cuerpo o nuestra vida.
La terapia se hace a través de una relajación consciente, es desde la consciencia corporal, las sensaciones físicas asociadas a la emoción y no desde el recuerdo o la comprensión intelectual, que podemos acceder a las memorias del inconsciente.
Y cuando la persona puede tomar consciencia de para qué su cuerpo genera cada respuesta o cada síntoma y puede sanar los conflictos que lo desencadenaron y las memorias de su historia de vida, puede sanar más fácilmente, pues el botón de alarma del órgano afectado se apaga y el cuerpo recupera más fácilmente el equilibrio
Podemos aprovechar cada oportunidad de la vida para aprender de cada experiencia de enfermedad o problema y hacer de cada dificultad una oportunidad para tomar consciencia y aprender a conocernos y crecer como seres humanos en nuestro camino de evolución, que es el propósito de nuestra vida.
Cortesia de: Dr. Sandra Michaels